Charles Hollman

Gibson Girls - Conjunto de dos retratos de los años 20, ilustraciones de moda vintage

c.1920

Charles Hollman nació en Maastricht el 31 de agosto de 1877 como quinto descendiente del comerciante de vinos Ernest Hollman y Elisabeth Hustinx. A excepción de dos periodos en los que vivió en Borgharen y Lanaken respectivamente, Hollman vivió y trabajó en Maastricht, donde murió el 19 de noviembre de 1953 a la edad de setenta y seis años. Está enterrado en el Cementerio General de Tongerseweg, en Maastricht. Junto con Henri Jonas, Pierre Kemp y Jean Grégoire, Charles Hollman recibió clases particulares de pintura en la Escuela Dominical de Rob Graafland. No se ha conservado ninguna de las obras de este primer periodo. Sin embargo, existe un retrato de Charles Hollman de 1907, obra de Rob Graafland, tocando el violonchelo. Este cuadro puede verse durante la exposición. Charles era primo del famoso violonchelista Joseph Hollman. Cuando recibió clases de pintura de Rob Graafland, hacia 1900, se le ofreció la posibilidad de elegir entre la pintura o la música y dijo: "no puedes servir a dos señores (musas)". Charles dejó entonces a un lado su instrumento. Hollman viajó mucho y quedó fascinado por Marruecos, lo que se aprecia claramente en algunos de los cuadros. Se hizo miembro del Círculo Artístico de Limburgo, fundado por Graafland en 1910, y se alojaba regularmente en el "Bende van Suisse", en el establecimiento del mismo nombre situado en el Vrijthof de Maastricht. Hollman se desarrolló cada vez más como impresionista, perteneciendo a la llamada "Escuela de Maastricht". Puertos, gavillas de grano, minas y paisajes urbanos eran los temas favoritos de sus cuadros. En 1909, Charles Hollman expuso por primera vez en la Sociedad Momus. Más tarde expuso en La Haya, Rotterdam y en el entonces Museo Stedelijk de Maastricht. Charles Hollman parece tener tendencia a los tonos marrones y grises en su obra, a menudo salvaje, oscura y amenazadora en un entorno tormentoso. Típico de Hollman, aunque no era un hombre sombrío, sino incluso un auténtico "bon vivant". Además de los numerosos paisajes, la obra de Hollman consta de un gran número de cuadros del Wilhelminabrug en construcción o del Sint-Servaasbrug en restauración, y elabora ambos temas con una patética que contrasta fuertemente con el elegante método de Graafland. Su técnica rápida con pinceladas anchas y pastosas y el énfasis en la luz que irrumpe en una atmósfera tenue, hacen que la obra sea más impresionista y bulliciosa que la de su maestro Rob Graafland. Hasta su muerte, Hollman pintó en el estudio de su casa en el monasterio de Sint-Servaas.