Jean-Claude Desmerges

Retrato de Seyni Camara Jean-Claude Desmerges Arte contemporáneo Dibujo Color

2024

Jean-Claude Desmerges es un artista e investigador francés nacido en 1957 que combina sus habilidades como artista visual e investigador con un enfoque contextual. Doctor en ciencias del arte y profesor asociado de artes visuales, su enfoque artístico se enriquece con los viajes, la poesía y la literatura. Se expresa ampliamente a través de la pintura, el dibujo y la escultura. Se sumerge en su tema para transmitir cuestiones humanas y medioambientales, mezclando la creación visual con la investigación académica . Sus obras se han expuesto en todo el mundo en prestigiosas instituciones. Mi Viaje Iniciático en Casamance y mi primer encuentro con Seyni Camara en 2022 : "La historia comienza en el Museo de la Mujer de Dakar viendo un documental sobre Seyni... una semana después salí en su busca, cogiendo el ferry a Casamance. Al principio vi este viaje como uno de esos regresos a las raíces que he estado experimentando durante unos años en África, empezando por Burkina Faso en 2019, en busca de secretos que desvelar y rituales. Para mí, viajar, dibujar, pintar o esculpir, así como escribir, son todo una misma cosa. Pero una vez que llegué al santuario de Seyni, desapareció todo rastro de incertidumbre; me encontré inmerso en un himno primitivo. Tuve la extraña sensación de conocerla. Hay fuego en su mirada. Me había ido por un día y, al cabo de dos semanas, seguía allí, cerca de ella, observándola, dibujándola a ella y a sus obras en ciernes. Con sus manos, da forma a la arcilla como si estuviera ingiriendo puñados de barro sólo para excretarlos como tierra cultivable, en pequeños seres mitad animales, mitad humanos de otro rango, tallando y hendiendo esta arcilla amarilla y morada con el pulgar; bajo sus dedos, acariciando el material informe, con un ojo penetrante y brillante, capta la esencia de la luz, y yo ya no sé dónde ni cómo, pero empiezo a dibujar en el suelo. Me entrego al carbón y al polvo de arcilla, a una reescritura, intentando transmitir la "realidad" de mi experiencia sin saber lo que hago sobre estos sacos de cemento encontrados que he rasgado y despegado apresuradamente, y que utilizo como soporte. Todo se mueve con rapidez. En breves jadeos, elijo un trazo dinámico, como si me hubiera convertido en un caballo desbocado cuyo objetivo final es fundirme con los signos incantatorios plasmados por las manos de Seyni, único medio elemental para llegar a su mundo interior. Al dibujar lo que veo de Seyni o sus esculturas alrededor, empiezo a comprender que ya no es dibujar; es lo "imaginario" lo que trazo para crear un viaje mental, desafiando todas las reglas para llegar a algo físico, muscular y espiritual; en una palabra, fusional. La única forma de llegar a su mundo superior, de buscar más allá, a través del signo, una conexión con el mundo habitado por el alfarero de Casamance.