Dodi Fredericks

nº 28, Pintura en acuarela de paisaje atmosférico, 2025

2025

Dodi Fredericks (Seattle, WA) aporta un ojo experto a su pintura, formado por carreras anteriores tanto en cerámica como en arquitectura paisajista. Sus paisajes en acuarela son meditaciones tranquilas sobre el lugar, que evocan el estado de ánimo, la luz y un sentido de la escala que invita a la reflexión personal. Cada pieza capta algo más que una escena: guarda espacio para la propia memoria y emoción del espectador. Su proceso se basa en la intuición, guiada por la naturaleza fluida e impredecible de la acuarela. Mediante patrones cambiantes y relaciones de color por capas, Dodi deja que el cuadro se desarrolle orgánicamente, reflejando el modo en que los propios paisajes evolucionan con el tiempo. La práctica pictórica en acuarela de Dodi de un paisaje evocador más que literal, así como la abstracción sugerente en la línea y la forma, están influidas por sus anteriores profesiones como arquitecta paisajista y alfarera. En cerámica, sus inspiraciones fueron el gres y la porcelana japoneses Mashiko y Okinawa, con motivos caligráficos en la superficie que se hacen líquidos en el fuego. Sus abstracciones en acuarela recuerdan el aspecto líquido de la fusión inducida por el calor de los esmaltes cerámicos que rozan las vasijas con decoraciones caligráficas. En arquitectura paisajística, su práctica siempre consistió en crear entornos que evocaran la experiencia inspiradora de los escenarios icónicos del Noroeste. Sus cuadros son vistas construidas, intencionadamente sobrias e imaginarias, que toma prestadas de las llanuras pantanosas, islas, playas y bahías del estrecho de Puget y de las tierras agrícolas del este de Washington.