Araquém Alcântara

Jaguar, Brasil

2010

Araquém Alcântara (1951) es considerado un pionero de la fotografía de naturaleza en Brasil y uno de los artistas visuales más influyentes del país, un visionario del paisaje brasileño. Durante más de cinco décadas, se ha dedicado a una documentación sin parangón de los parques nacionales de Brasil, revelando la enorme riqueza y diversidad de sus ecosistemas. Sus imágenes no son meros registros de la belleza natural; sirven como manifiestos urgentes, que abogan por la conservación ecológica y fomentan una conciencia más profunda de la frágil relación entre la humanidad y el medio ambiente. Su obra se ha convertido en una referencia nacional, inspirando a generaciones de fotógrafos y conservacionistas por igual. El objetivo de Alcântara capta la relación simbiótica entre los paisajes de Brasil y su gente. Su obra va más allá de la flora y la fauna, abarcando las expresiones culturales de las comunidades que viven cerca de la naturaleza. Desde las rítmicas procesiones del maracatu rural de Pernambuco hasta las opulentas fiestas de la Bumba Meu Boi de São Luís, traza sorprendentes paralelismos entre las tradiciones humanas y la vibrante biodiversidad que las rodea. Sus retratos de pescadores, vaqueros y artesanos reflejan a un pueblo en armonía con su entorno, haciéndose eco de las preocupaciones estéticas del modernismo brasileño al tiempo que arrojan luz sobre las realidades sociales del interior del país. Con 47 libros sobre temas medioambientales, 75 exposiciones individuales y numerosos galardones nacionales e internacionales, el impacto de Alcântara va más allá de la fotografía y se adentra en el ámbito del activismo. Su obra da visibilidad a la extraordinaria, aunque a menudo ignorada, biodiversidad de Brasil, creando una imagen de una tierra encantada y amenazada a la vez. A través de sus composiciones idealizadas pero urgentes, alinea la fotografía con un propósito mayor, uno que eleva la naturaleza como tema artístico y como llamada a la acción. Como una de las voces más comprometidas en la defensa del patrimonio natural de Brasil, Alcântara sigue desafiando a los espectadores a ver el país no sólo como un paraíso, sino como una responsabilidad.