Ingrid Dohm

Pluma y manzanas, Pintura original de bodegón, 2018

2018

Del artista: "La razón de ser de mis pinturas florales y paisajísticas se remonta directamente a las influencias que rodearon mi primera infancia. Nacida y criada en una pequeña ciudad de Austria, cerca de bosques, cañadas y montañas, buscaba constantemente los muchos y variados tipos de belleza floral que están siempre presentes en esta tierra. Durante los meses de verano, en un recinto lacustre de alta montaña, mis hermanos y yo hacíamos incursiones de un día entero en las zonas boscosas únicamente para ver qué tipos de flores podíamos encontrar. Un hallazgo difícil, pero muy buscado, fue el edelweiss. Esto era así porque había que subir por la ladera de una montaña para verlas crecer como un afloramiento en las rocas. ¡Esto se convertiría en el trofeo del día! Otra de las especies favoritas era la Christrose, comúnmente llamada Schneerose o rosa de nieve, porque podía verse emergiendo de la capa de nieve del suelo. En la escuela siempre me fascinó cualquier instrumento, ya fuera bolígrafo, lápiz o crayón, que pudiera hacer cualquier cosa, desde una línea recta hasta una imagen complicada. En aquel momento nunca entendí por qué sentía esa fuerte atracción por los materiales artísticos, nunca pude establecer la conexión entre ello y mi amor por la naturaleza. No fue hasta que llegué a Estados Unidos y me casé cuando se hizo la asociación. Un comentario casual de mi marido, que me dijo que tenía un talento natural y propensión a dibujar y pintar, me hizo darme cuenta de que debía ponerme en marcha. Se compró un kit de pintura de iniciación y ése es el principio de la historia".