Eugenio Zampighi

El baño del bebé

Finales del siglo XIX

Nacido en Módena (Italia), Eugenio Zampighi ingresó en la Academia de Diseño local a los 13 años. Con el tiempo se convirtió en uno de los estudiantes más condecorados y, en 1869, obtuvo una beca y pasó los tres años siguientes en Roma. En 1884, tras instalarse en Florencia, empezó a pintar obras de género que acabaron por situarle entre los principales artistas de Italia. Zampighi dedicó su carrera a pintar la sencilla vida doméstica italiana, centrándose en las figuras que veía a su alrededor y que solía representar en compañía jovial, de forma similar al pintor de la corte española Velázquez, cuyas primeras pinturas de género de Sevilla reflejaban a menudo la domesticidad española. Inspirado por la vida doméstica de la gente corriente -los campesinos- y muy aficionado a ella, el artista mostró simpatía por su pequeño e íntimo mundo y ningún detalle le pareció demasiado trivial para registrarlo. En los hogares donde las familias trabajaban y jugaban, todo se estudiaba y reproducía con esmero. Zampighi se complacía en presentar concienzudamente, con amor y verdad, los momentos de sus vidas. Siempre bronceados por el fructífero sol italiano, sanos, frescos y llenos de vida, sus hijos eran ajenos a todo salvo a las delicias de la vida. Era muy capaz en el ámbito de la expresión, no sólo de la naturaleza humana, sino de la italiana en particular. La Revista de Arte de 1880 afirmaba "No hay nada más trillado que el tema de los artistas italianos, pero él tiene el don de dar frescura a los temas más antiguos gracias a su energía y observación". Como artista, Zampighi trabajó principalmente por encargo, negándose a participar en exposiciones oficiales, por lo que gran parte de su obra entró en colecciones privadas, sobre todo en Inglaterra, Australia y América. Diseñador y acuarelista excepcional, el artista recibió también el título de Profesor de la Academia de Módena.