Pinturas de paisajes de Katherine Borkowski-Byrne

La artista Katherine Borkowski-Byrne, que trabaja con técnicas experimentales y principalmente al óleo, describe la pintura como "un lenguaje puramente visual que habla a los ojos como la música habla a los oídos". Esta filosofía es evidente en toda su obra. Ya sea proporcionando una cacofonía descarada o una armonía sombría, cada una de sus pinturas abstractas ricamente texturizadas resuena con una "melodía" visual propia. 

Tras ver un cuadro del artista holandés-estadounidense Willem de Kooning -el líder de facto del movimiento artístico de vanguardia neoyorquino de la década de 1950 conocido como Expresionismo Abstracto -, Borkowski-Byrne se encontró en el camino hacia una carrera como pintora. 

Y aunque desde entonces también ha citado la obra de los pintores Henri Matisse y Wassily Kandinsky como influencias en varios proyectos suyos -una obra centrada en este último tenía a Borkowski-Byrne pintando con pinceles de pelo largo sujetos al extremo del mango de una fregona-, la inspiración de la artista procede de muchas fuentes externas. Suele dejarse llevar por el proceso, dejando de lado cualquier concepto inicial y dejando que sus pinturas cobren vida propia.

Nacida y criada en Nueva Jersey, Borkowski-Byrne se licenció en 1986 en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Massachusetts. Durante su estancia en la escuela, tuvo el honor de recibir un premio al trabajo independiente en el que el célebre pintor estadounidense Frank Stella fue uno de los jueces.

Desde sus días en la Escuela del Museo de Bellas Artes, Borkowski-Byrne se ha convertido en una prolífica y notable artista galardonada. Es miembro asociado de la Fountain Street Gallery de Boston. Sigue creando melodiosas obras abstractas desde su estudio de North Adams, Massachusetts.

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