Arte de Siri Hollander

Siri Hollander, nacida en Nueva York, vivió la mayor parte de su infancia en Andalucía, España, donde la comunidad local giraba en torno a las ferias y fiestas. Influida por una familia de artistas y por el ambiente bucólico de España, empezó a esculpir a los 17 años. Hollander estableció una conexión con los caballos y otros animales que la rodearon en su juventud, y aprendiendo con varios escultores consumados tanto en Estados Unidos como en España, desarrolló su forma escultórica basada en sus temas únicos: caballos y formas figurativas. El medio escultórico de Hollander combina el acero y el cemento creando su distintiva textura que da vida a sus esculturas. Sus caballos evocan los días de infancia que pasó buscando monedas antiguas y haciendo espeleología en cuevas prehistóricas, así como explorando la comunidad ganadera en la que creció. Hollander abstrae estas formas, haciendo que sus esculturas parezcan en movimiento, al tiempo que incorpora finos detalles a través de la espontaneidad. La fuerza juguetona y grácil que desprende la obra de Hollander puede verse en todos los tamaños, desde sus obras de sobremesa hasta sus esculturas monumentales. La obra de Hollander se ha coleccionado por todo Estados Unidos y España, y puede verse en el Aeropuerto Internacional de Málaga, España.