Warren Platner Otomanas y pufs

Aunque las sillas vintage Warren Platner, los sofás y los interiores son iconos del modernismo de mediados de siglo , el arquitecto y diseñador de muebles se inspiró en estilos tan lejanos como la Francia del siglo XVIII, y una vez dijo sobre su colección seminal para Knoll que su intención de diseño era evocar "el tipo de diseño decorativo, suave y grácil que aparecía en estilos de época como Luis XV."

De hecho, la combinación de sensibilidad moderna y gracia clásica es una marca del estilo de Platneren mobiliario e interiores, dos géneros en los que dejó un legado perdurable.

Nacido en 1919 en Baltimore, Maryland, Platner estudió arquitectura en Cornell antes de empezar a trabajar para iconos del diseño como Eero Saarinen y Kevin Roche, llegando a ser jefe de diseño de interiores en la oficina de este último. En 1965, Platner abrió su propio despacho, en Greenwich, Connecticut, donde siguió perfeccionando su particular marca de modernismo elegante .

Knoll lanzó la Colección Platner de asientos y mesas en 1966. (Diseñada originalmente en 1962, la suite necesitó casi cuatro años de desarrollo para cobrar vida).

Las piezas decorativas de metal curvado y cristal -un sillón , una mesa de comedor y más- hacen ciertos guiños a las marcas de sus antiguos empleadores, pero también a las formas de los muebles históricos europeos . La elegancia escultural de su línea recuerda a la icónica colección Tulip de Saarinen, que incluye sillones y mesas de comedor, mientras que su materialidad se alinea con el uso vanguardista que Roche hizo del cristal y el metal para la sede de la Fundación Ford de Nueva York.

Muchas de las piezas Knoll de Platner acabarían encontrando su hogar en un lugar legendario: el restaurante Windows on the World del World Trade Center original, cuyos interiores Platner se encargó de decorar a mediados de los años setenta. Tras la apertura del restaurante en 1976, el crítico de arquitectura Paul Goldberger, de New York Times, calificó su estilo de "modernismo sensual", un eslogan muy apropiado para la obra de Platner en su conjunto.

Platner murió en 2006 a la edad de 86 años. Knoll sigue fabricando sus muebles, y los coleccionistas de hoy en día codician los ejemplares originales, junto con las idiosincrásicas obras personalizadas que creó para clientes de diseño de interiores.

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