Pinturas de paisajes de William Mark Fisher

William Mark Fisher estudió dibujo en el Instituto Lowell de Massachusetts durante los meses de invierno, cuando era niño. Tuvo la suerte de que le presentaran a George Inness, a quien Fisher recuerda que le pareció "...un joven muy prometedor y finalmente se acordó que me quedara con él como alumno sin cobrar". Fisher se animó a terminar sus estudios en París, donde estudió con Marc Gabriel Charles Gleyre como alumno hasta 1864, cuando la salud de Gleyre empezó a flaquear. Durante esta época, se vio muy influido por sus compañeros Monet, Sisley y Renoir, pero nunca experimentaría la misma trayectoria profesional debido en gran parte a su decisión de abandonar Francia y regresar a casa. A su regreso a Boston, encontró poco mercado para sus obras y, tras un tiempo de lucha, decidió regresar a Francia en 1871. Tras un año en Francia, Fisher se marchó a Inglaterra, donde acabaría fijando su residencia permanente en Harlow, Essex. Allí encontró un mercado activo para su obra y tuvo un éxito casi inmediato. Se considera a Fisher uno de los primeros artistas que introdujeron el estilo impresionista en Inglaterra, donde exponía regularmente en la Royal Academy, llegando a mostrar más de 100 obras. Fue galardonado con el A.R.A. en 1911 y con el R.A. en 1919, además de ser miembro de pleno derecho del New English Art Club y presidente del Essex Club. Sus obras se conservan en numerosos museos, incluida una gran colección en el Museo de Bellas Artes de Boston y en la Tate Gallery de Londres. Al escribir sobre Fisher en Contemporary Art in Europe de S.G.W. Benjamin, el autor observó que, al no haber tenido mucho éxito en su tierra natal, tuvo que marcharse para encontrar aprecio por su obra. En su libro de 1893 Modern Painting, George Moore escribió que Fisher era el mejor paisajista vivo de Inglaterra.