Vista desde arriba, con sus patas de teca fuera de la vista, la silla Huevo Frito revela el porqué de su apodo culinario. La silla, originalmente llamada Modelo 188, fue presentada por primera vez en la Exposición del Gremio de Ebanistas de Copenhague en 1956 por el arquitecto y diseñador Hans Olsen (1919-92). Olsen empezó su carrera como ebanista y finalmente decidió asistir a la Real Academia Danesa de Bellas Artes, donde estudió con el famoso arquitecto y diseñador danés Kaare Klint.

Mediante la experimentación frecuente con madera laminada curvada, así como la aplicación de los principios de ergonomía y antropometría, Olsen buscó ampliar el estilo con el que asociamos a sus contemporáneos escandinavos más conocidos. Tras abrir su propio estudio en 1953, Olsen trabajó duro para desarrollar las habilidades de un artesano tradicional y dominar los materiales.

El reposabrazos plano en uno de los lados de la silla Huevo Frito hace que sea cómodo para el que se sienta pasar las piernas por encima de él sin dejar de estar firmemente plantado en su mullido cojín de asiento tapizado en forma de yema. El diseño asimétrico confiere a la silla una personalidad única que desafía a los ejemplos más tradicionales del modernismo escandinavo, pero manteniendo los principios de funcionalidad y sencillez de los materiales.