En 1964, el diseñador danés Ole Wanscher (1903-85) creó para P. Jeppesens un sucesor de su popular silla colonial de 1949 que mantuviera su alta calidad artesanal con un poco más de espacio. El sofá Colonial de dos plazas, con sus cojines sueltos sobre una base de cincha de algodón y sus elegantes patas de madera de doble centro, es una actualización de un estilo nostálgico que canaliza la funcionalidad del diseño escandinavo de mediados de siglo .

Hijo de un historiador del arte, Wanscher estaba fascinado por la historia y la cultura del mueble, ya que estudió con el maestro del diseño Kaare Klint y viajó por todo el mundo para explorar distintas tradiciones vernáculas. Aunque adoptó los principios mínimos del modernismo, no creía en pasar totalmente por alto el pasado. Tomó influencias del antiguo Egipto y China, así como de los movimientos Shaker y Secesión Vienesa. También ha publicado mucho sobre este patrimonio: entre sus libros figuran El arte del mueble: 5.000 años de muebles e interiores.

Wanscher se sintió especialmente atraído por los muebles ingleses del siglo XVIII creados por diseñadores como el ebanista Thomas Chippendale, que inspiraron en gran medida su serie Colonial. Junto con la silla y el sofá, la serie cuenta con una mesa de centro y un reposapiés, todos ellos con el meticuloso refuerzo que da fuerza a sus gráciles diseños. El sofá Colonial también comparte los reposabrazos curvados que eran una firma de Wanscher. El refinado biplaza estaba pensado para el mercado de masas, pero fabricado para resistir el paso del tiempo, tanto estética como estructuralmente. En 2015, la empresa danesa de muebles Carl Hansen Søn reintrodujo el diseño de sofá como parte de un relanzamiento de toda la serie Colonial.