Reloj de pulsera profesional Tag Heuer 2000. Cuarzo con fecha (ref WK1321). Año 1995

La apreciada marca TAG Heuer encarna el rico e innovador espíritu de la relojería suiza y ha desempeñado un papel destacado en la larga historia entre los deportes de motor y los relojes de lujo. 

Los comienzos de TAG Heuer fueron humildes. La empresa se llamó inicialmente Heuer Watchmaking Inc. y se originó en la pequeña ciudad de St-Imier, en Suiza, donde Edouard Heuer empezó a fabricar relojes de bolsillo de plata en su granja familiar en 1860. Heuer registró su primera patente como Edouard Heuer Compagnie en 1869 por el piñón oscilante, un mecanismo de cuerda sin llave que revolucionó el cronógrafo y se convirtió en el estándar de todos los relojes modernos. 

El interés de Heuer por los deportes condujo a otras innovaciones en relojería, ya que la empresa fabricó cronógrafos de bolsillo para las multitudes que se congregaban en las carreras de caballos y galgos durante la década de 1880. En los años siguientes, el relojero fabricó relojes para la profesión médica y cronógrafos de precisión para los salpicaderos de aviones y vehículos de motor. Suministró cronómetros a los Juegos Olímpicos durante los primeros años del siglo XX, no mucho después de que el hijo de Edouard, Charles-Auguste Heuer se pusiera al frente de la empresa. Su tecnología de cronógrafo acabó migrando a las muñecas. 

Las carreras automovilísticas y los relojes de lujo llevan mucho tiempo entrelazados - Rolex, por ejemplo, fue nombrado cronometrador oficial del Daytona International Speedway en 1962, y su Daytona aparecería poco después. La elevada posición de Heuer en el deporte estaba cimentada para entonces - los corredores preferían ampliamente los cronógrafos Heuer, y la primera iteración del popular Heuer Autavia era un cronómetro de salpicadero. El reconocimiento de la marca siguió creciendo en la década de 1960: el primer reloj suizo que viajó al espacio fue el Heuer que llevaba el astronauta de John Glenn durante su histórica órbita alrededor de la Tierra en 1962, y la asociación de la empresa con Formula 1 también tomó forma durante la década. 

En 1969 - el año en que Heuer, Breitling y Hamilton debutaron colectivamente con sus revolucionarios cronógrafos automáticos en la Feria de Relojería de Basilea - el piloto de Porsche Jo Siffert se convirtió en embajador oficial de la marca Heuer - el primer patrocinio personal no automovilístico de la historia de la F1.

El cronógrafo Heuer Autavia referencia 1163T, también conocido como "Siffert" en los círculos de la Fórmula 1, alcanzó un estatus legendario entre los aficionados a las carreras, junto con los cronógrafos Monaco y Heuer Carrera. Este último fue diseñado por el bisnieto de Edouard, Jack Heuer, mientras que el ahora internacionalmente conocido Monaco de forma cuadrada se ganó el protagonismo cuando Steve McQueen lució uno en la película de los años 70 Le Mans. El modelo fue apodado más tarde con cariño el "McQueen Monaco".

TAG es el acrónimo de "Techniques d'Avant Garde" - proviene del nombre del Grupo TAG, un holding privado con sede en Luxemburgo que adquirió el fabricante de relojes en 1985. TAG Heuer sigue produciendo relojes de lujo de alta calidad que utilizan materiales innovadores, como el titanio, la fibra de carbono y los diamantes cultivados en laboratorio, subrayando el compromiso de la marca con la sostenibilidad. Tras cuatro generaciones de liderazgo de la familia Heuer, la empresa opera ahora bajo LVMH. 

TAG Heuer sigue apostando por lo nuevo, ofreciendo una gama de smartwatches, como su modelo Connected, que fusionan la artesanía tradicional con funciones modernas como el seguimiento de la forma física y las notificaciones del smartphone. En 2023, el TAG Heuer Carrera fue nombrado el "hottest watch" del año por la revista GQ.

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