Caja de hielo de Bruno Munari

En su prolífica carrera, Bruno Munari fue conocido por diversas contribuciones al arte, el diseño industrial, el cine, la arquitectura, la teoría del arte y la tecnología. Los principios y creencias de Munari se basaron en su temprana participación en el movimiento futurista, al que se unió a los 19 años utilizando el seudónimo "Bum". Durante la década de 1930, Munari empezó a acercarse al Constructivismo, sobre todo con sus esculturas cinéticas, Máquinas inútiles (iniciadas en 1933), destinadas a transformar o complicar el entorno que las rodeaba. A lo largo de su carrera, Munari se sintió cautivado tanto por el sentido del capricho como por la manipulación de la luz artificial. Después de la Segunda Guerra Mundial, Munari también desarrolló una innovación radical en los gráficos, la tipografía y la edición de libros, mediante la creación de piezas que él llamaría Libros Inútiles.