Credenza Bernhard Rohne para Mastercraft, década de 1970

Ampliamente aclamado por la gama de piezas de vitrina que diseñó para el fabricante de Michigan Mastercraft durante la década de 1970, el artista del metal y diseñador de muebles Bernhard Rohne lleva décadas creando distintivos muebles, accesorios para el hogar, esculturas y otras obras brutalistas grabadas al ácido . Los armarios del diseñador de origen alemán afincado en Vancouver, mesas de centro, credenzas y más son piezas que marcan cualquier interior y pueden introducir contraste y vigor en salones y comedores.

Nacido en Peine, Rohne asistió a la escuela de arte WKS Hannover. Fue en su clase de ciencia de los materiales cuando Rohne sumergió una pequeña placa de cobre pintada en un recipiente con ácido. Al cabo de un rato, no pudo detectar si se había producido o no algún tipo de reacción química, así que dejó el plato en el ácido y se fue a comer. 

Cuando Rohne regresó, nubes amarillas habían llenado la sala y hubo que evacuar la escuela. Sin embargo, cuando pudo recuperar la placa de cobre, Rohne vio que, efectivamente, se había producido una reacción entre el metal y la sustancia química. El incidente, aunque sin duda peligroso, despertó su interés y le inició en un camino de exploración material y diseño que los coleccionistas y entusiastas del arte siguen celebrando hasta hoy.

Rohne se trasladó a Vancouver (Columbia Británica, Canadá) en 1967. Durante la década de 1970, el fabricante de muebles Mastercraft, con sede en Grand Rapids -conocido por los coleccionistas de diseño moderno de mediados de siglo y Hollywood Regency - se asoció con Rohne y produjo un gran grupo de piezas de vitrina con placas y paneles de latón aplicado, grabados al ácido con formas y patrones marcados por la influencia del Expresionismo Abstracto y la Abstracción Geométrica . 

Para sus piezas más conocidas, Rohne trabajó con chapas de latón, aluminio, cobre y zinc, que oxidó y grabó para crear fascinantes paneles de superficie para sus consolas de nogal y aparadores que, con sus puertas de bronce patinado y laca negra, son obras escultóricas que llaman la atención en los interiores actuales.

La obra de Rohne, como muchos muebles y esculturas brutalistas diseñados por él o por un metalista afín Paul Evans, sigue siendo popular entre los diseñadores de interiores y puede aportar notas únicas, excéntricas y humanas a una colección de arte y diseño en cualquier hogar.

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Comparado con el de otros fabricantes de muebles de Grand Rapids, Michigan, de mentalidad histórica, el trabajo de Mastercraft parece positivamente extravagante. La empresa fue fundada en 1947 por los hermanos Charles y William Doezema, que procedían de una larga estirpe de ebanistas. Viajaron al extranjero durante su servicio en la Segunda Guerra Mundial, y volvieron a casa con el plan de fabricar muebles de estilo cosmopolita. Su firma se especializó en las sillas y las piezas de vitrina que han modernizado las formas tradicionales, acabadas en chapas de maderas exóticas como la amboyna, el tejo, el nudo y el frutal, y rematadas en latón. Burós y credenzas suelen tener frentes de armario con detalles decorativos de latón, como siluetas de flores y pájaros, o figuras que recuerdan caracteres chinos.

En años posteriores, Mastercraft creó sillas y mesas de centro con tapa de cristal con marcos de latón. Algunas piezas incluían toques como la llave griega, un motivo que aparece en las artes decorativas de la antigüedad tanto asiática como europea. Después de que Mastercraft fuera adquirida por el gigante de la industria Baker Furniture en 1974, la empresa produjo un gran grupo de piezas de vitrina con placas de latón aplicado, grabadas al ácido con formas semiabstractas por el artista nacido en Alemania y afincado en Vancouver Bernhard Rohne.

Estas últimas son algunas de las piezas más populares de Mastercraft y, como todos los productos de la empresa, su precio oscila entre 2.000 y 12.000 dólares, dependiendo del tamaño, el estado y la cantidad de adornos decorativos. Como verás en 1stDibs, los muebles Mastercraft son una declaración audaz pero artística, perfecta para dar un poco de dinamismo y fuerza a una decoración contemporánea.